El texto nos da a conocer que el sociologo debe tomar en cuenta el hecho de que no existe hoy un verdadero sentido comun culto, una especie de mezcla de sentido comun ordinario y de productos de las ciencias sociales.
NOs hbala muy claro acerca de lo que hoy son los sondeos de opinion y las encuestas, en la politica hoy estos mecanismos de medicion de la opinion publica ya sea en la television, prensa o casas encuestadoras estas instituciones manipulan la informacion al modo que le piden los que las contratan.
Estos sondeos solo dan forma a los intereses de las clases dominantes, principalmente los periodicos y politicos.
Todo sondeo de opinion no tienen un caracter cientifico, como saber la verdadera opinion de los encuestados.
Las preguntas de las encuestas por su formulacion orientan demasiado a las respuestas.
NO podemos confiar en los resultados de las encuestas a manera de un juicio global, podemos usarlas para dar una aproximacion del tema a estudiar pero no son resultados confiables.
En cuanto a las preguntas; la preguntas cerradas influyen de manera directa en las respuestas que ya son inducidas, no hay pie a que el encuetado de su opinion genuina, y las preguntas abiertas son limitadas y si las respuestas no son convenisntes claor que nunca se dan los resultados.
Algo muy importante para nosotros como sociologos es manejar resultados de encuestas presuponiendo que nuestros encuestados todos ellos conoceran del tema del que les estamos preguntando.
la sociologia puede construir a partir de un sondeo de opinion trivial, una verdadera problematica y que esta se distinga del simple comentario politologo.
El sociologo debe hacer un esfuerzo para sacar a la luz una especie de inconsciente cultural a traves del que él percibe, sin saberlo, el mundo social al que pertenece.
El sociologo debe preguntarse sobre los datos que utilizay que él ha producido por el solo hecho de haberlos recabado, en la medida en que estos datos son en realidad el producto de doto un proceso social.
Como conclusion, el autor nos habla de que como sociologos no podemos atenernos a las opiniones de comentaristas politicos, periodistas o supuestos eruditos que tratan de imponer su determinada vision de un acontecimiento.